martes, 16 de octubre de 2018

Comunicado SP CGT, sobre los Presupuestos Generales.




Acuerdo PSOE y UP

“Acuerdo de PGE 2019: Presupuestos para un Estado Social

Desde CGT, ante este Acuerdo, decimos lo del clásico…”Amanece… que no es poco” pues, quitando lo que materialmente ya se encuentra en PGE 2018 del PP, asumidos por la Alianza de PSOE, UP, PNV, ERC, PDCAT, la subida de las Pensiones según IPC para 2018 y 2019, con cláusula de revisión y el incremento del SMI a 900€ a partir del 2019, todo queda “pendiente” para desarrollar más adelante.


 

Las grandes Reformas llevadas a cabo por PSOE en el 2010/2011 y el PP en el 2012, las Reformas Laborales, la Ley Mordaza, la reforma del artículo 135 de la CE, que garantiza el desmantelamiento del “estado social”, así como las leyes fiscales del “embudo” que operan en este estado y en la U€ y que otorgan garantía jurídica al capital (grande, mediano y pequeño), los dos grandes problemas creados por las políticas “austoritariasdel club de mercaderes de la U€, el déficit y la deuda, que dieron lugar a expoliar y robar todos los derechos laborales y sociales de las clases asalariadas (la mayoría social)…, estas reformas contra las clases asalariadas, no van a ser derogadas (parece que serán parcialmente enmendadas por vía parlamentaria a lo largo del 2018 y 2019)… 


La retórica parlamentaria lo sustenta todo, y el papel sobre los compromisos y el deber que la política tiene hacia los ciudadanos y ciudadanas permite “grandes enunciados”, como eso depresupuestos para un estado social….”, pero los hechos concretos: sobre el empleo, los derechos esenciales para la vida (vivienda, energía, sanidad, educación, dependencia), rentas salariales y/o prestaciones sociales que garanticen una vida digna para todos y todas… demuestran todo lo contrario de lo que se enuncia por la política institucional, con excepciones parciales (pensiones, casi en exclusividad) muy directamente ligadas al nivel del conflicto de la calle. 


Resulta un ejercicio de mala pedagogía pretender hacer creer que se ha metido mano a los verdaderos responsables (grandes corporaciones financieras, industriales e inmobiliarias) de esta sociedad empobrecida material y culturalmente, a la vez que descohesionada, a través de enunciar que el tipo mínimo del Impuesto de Sociedades para aquellas empresas que facturen más de 20 millones de euros pasa a ser del 15% de su base imponible, no de los beneficios netos, y el incremento del IRPF de 2 puntos a las rentas de capital a partir de 130.000€, de 4 puntos a partir de 300.000€, los distintos impuestos a las tecnológicas (3%), transacciones financieras (0,2%)…, no deja de ser sino un “escaso remiendo” para coser el tejido social roto por el robo y entrega a estos mismos “capitales” de cientos de miles de millones de euros, con las leyes tributarias y financieras, constituidas en todas las políticas “austoritarias” llevadas a efecto con la gran “crisis-estafa” desde el 2007 (aquí, la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera).


Desde CGT, al igual que desde ciertos sectores sociales, especialmente los movimientos sociales reales, quienes luchan contra este modelo neoliberal de capitalismo y sufren la descohesión y la injusticia social, sabemos que solamente se cambian las reglas de juego cuando millones de personas deciden movilizarse: los “lunes al sol” de las personas pensionistas; las huelgas generales del movimiento feminista; las huelgas de las más precarias (Kellys, contratas y subcontratas, falsos autónomos y autónomas); las plataformas en defensa de lo público (educación, sanidad, dependencia, ferrocarril…); los movimientos de migrantes y los movimientos solidarios contra el crimen que el capitalismo global viene realizando con millones de personas; los movimientos por la libertad de expresión, opinión, manifestación, huelga, en contra de leyes y sentencias liberticidas que impiden ejercer estos derechos y encarcelan las ideas y a las personas…


Sabemos que dichas reglas están constituidas para garantizar un modelo de vida y un sistema para unos pocos (los poderosos, las grandes corporaciones, el capital…) y son absolutamente incompatibles con un modelo de vida sostenible, que garantice la cohesión social y la justicia social, a la vez que no destruya las bases ecológicas de la vida.


No nos fiamos de la retórica socialdemócrata e insistimos en que solo la acción movilizadora de las clases asalariadas, será lo que recuperare el derecho de todos y todas a vivir dignamente.



LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO

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