Seguimos con la segunda entrega de casos prácticos de las diferentes peoras del Convenio TIC.
Otro
de los hitos que nuestros grandes negociadores vendieron es lo que
llamaban ‘incremento de tablas salariales en las categorías’ (y su
repercusión automática en trienios). Efectivamente, una fantástica
subida del salario base por categoría de un 7,1%, en cómodos plazos
hasta el 2019.
¿Pero
qué “subida es esa”? Como todo el mundo sabe existe un baremo que se
llama IPC que representa la inflación media (es decir, lo que cuestan
las cosas en un momento respecto de otro). Eso es lo que vale el dinero, tu nómina, los billetes con los que llenas el carro de la compra.
Los
sindicatos han de garantizar que, al menos, los salarios representen la
misma capacidad de compra (es decir, al menos como la inflación) para
que no sea a la práctica un retroceso real.
Resulta que la inflación acumulada desde el último cambio de tablas ha sido, a fecha de hoy del +11,6%. Y aún faltan dos años más de inflación hasta el 2019.
¿Qué quiere decir eso?
Pues es tan sencillo como que el
salario base, o trienio, de lo que recibía un trabajador o trabajadora
del sector TIC en 2010 es superior, en términos de posibilidad de
compra, en 4,5 puntos respecto a la gran subida-bajada pactada hasta finales de 2019. ¡Bravo, ahí!
Pero eso no es todo, claro. Esa diferencia será aún mayor cuando se sume la inflación de 2018 y 2019. Le llaman subida pero quieren decir empobrecimiento que irá directo a los bolsillos de las empresas.
¡Ojo, que aún hay más!
Para que las pobres multinacionales no sufran mucho con los atrasos pendientes desde el 2010 de los miserables salarios base, nuestros hábiles negociadores les indultan el periodo 2010 a octubre 2017, elmininando sus atrasos. Por decirlo de otra forma, las empresas se meten en el bolsillo la diferencia de casi 8 años. ¡Vamos!
Y ya puestos, finalizan la fiesta regalando los 3 primeros meses de 2018, el incremento de este año se iniciará en abril.
¿Efectos de este robo? Aparte de la tomadura de pelo, incrementará
la caída salarial de todo el sector al permitir a las empresas
contratar por cada vez menos dinero en términos reales respecto 2010.
Os lo traducimos: más despidos y peores condiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario