Vacaciones
difíciles éstas. La empresa, demostrando falta de voluntad negociadora o tal
vez por vergüenza de lo que hacía, decidió iniciar el proceso del ERE en julio.
Después de la tormenta, que acabó con la vergonzosa firma de CC.OO., UGT, USO y
STC, muchos nos habéis preguntado qué se va a hacer ahora. Pues cada uno en su
papel.
La
empresa comenzará a diseñar su lista de 1750 patadas en el culo a la gente.
Algunos
que se llaman sindicalistas, se reunirán con la empresa en la comisión de
despidos (perdón, la Comisión de Seguimiento y Empleo, que hay que cambiar la
palabrita para no sentirse tan traidores) para idear cómo vender la moto de que
los despidos son voluntarios.
¿Y
la CGT?
Nosotros
tenemos dos vías previstas. Como os comentamos desde el principio, no vemos
causas económicas que justifiquen los despidos. No las vimos al principio y,
después de que la empresa no aportara nada de la documentación que solicitamos,
seguimos sin verlas. (Sí, ya sabemos que otros sindicatos, milagrosamente y sin
motivo real, cambiaron de opinión). Así, vamos a llevar a los tribunales para
que se discuta allí la validez del ERE.
Además,
como os hemos ido recordando, la vía de la protesta no muere con la firma.
Cierto que quisimos realizar algunas medidas de presión durante la negociación,
a pesar de que las fechas eran las peores posibles, pero ERE firmado no se
tiene que ejecutar obligatoriamente. Ahora, con todos ya por aquí, queremos
retomar el camino que comenzamos el mes pasado. Próximamente comenzaremos a
tantearos para organizar la batalla que estéis dispuestos a dar.
Ponemos a vuestra disposición la cuenta de correo cgtindramadrid@gmail.com,
para todos aquellos afectados por despidos forzosos, o simplemente interesados
en la demanda colectiva.
Por
último queremos recordaros el motivo por el que el ERE va saliendo adelante.
Muchas veces, en las elecciones sindicales, bien por desidia o porque “todos
los sindicatos son iguales” no se vota. O se vota por amistad. La
representatividad otorgada con esos votos ha dado peso a cada una de las firmas
estampadas en el acuerdo del despido colectivo.
Y
no, no todos los sindicatos somos iguales. Si la representatividad hubiera sido
diferente, no se habría llegado al acuerdo y, por tanto, sería mucho más
complicado que la empresa pudiera aplicar el ERE. Unos sindicatos firman
despidos y otros los defendemos con movilizaciones y con demandas en los
distintos órganos competentes. Así lo hemos hecho ahora y lo haremos en el
futuro.
Para CGT tu puesto de trabajo es innegociable.
Salud
Ahora
y siempre NO AL ERE